DIAGNOSTICO


El testeo muscular es de aspecto cualitativo e indirecto, pero es la base para que en un futuro próximo podamos desarrollar equipos electromagnéticos que puedan medir en forma directa y cuantitativa las alteraciones bioenergéticas producidas por los microorganismos patógenos o por las disfunciones orgánicas.

Se inicia el rastreo de los órganos estudiados con el polo norte o negativo del imán rastreador. Lo común es que un polo positivo, solo haga resonancia biomagnética con un polo negativo, y que ambos se estén retroalimentando energéticamente.

La mejor forma de rastrear los polos biomagnéticos es con el paciente en decúbito supino sobre una base firme y especialmente de madera o material aislante para evitar interferencias con los imanes. La ropa debe ser ligera y preferentemente de algodón aunque también puede hacerse sobre ropa ligera sintética. Es conveniente dejar puestos los zapatos del paciente ya que estos permiten valorar el acortamiento o la elongación del miembro inferior derecho.

Se procede a rastrear los puntos de diagnóstico con el polo negativo del imán. En cada uno de los puntos se comprueba la dimensión de la pierna derecha para lo cual se toman los talones del paciente y se levantan las piernas unos 30° donde es más palpable cualquier alteración. Al encontrar algún punto alterado, los miembros inferiores tienen una diferencia que oscila desde un centímetro hasta más de cinco centímetros.

Una vez que se encuentra uno de los polos se procede a encontrar su contraparte de acuerdo a la lista de pares biomagnéticos.